3. Nunca la Primera Noche

Pero imaginar que nuestros amigos los “chicos serios” se quedan conformes con un resultado así sería tenerlos en baja consideración. Lo mismo cabe decir de las chicas. Si lo pensamos bien ambos podrían establecer una serie de señales y opciones que redujeran el riesgo para las chicas y aumentaran la posibilidad de obtener una buena pareja a los chicos.

¿Mucho pensar? Veamos el mundo real: en él las empresas de seguros se enfrentan a situaciones similares a las que las chicas de nuestro modelo con harta frecuencia. Por ejemplo, cuando ofrecen un seguro médico es más que probable que los más interesados en contratarlo sean precisamente aquellas personas que esperan tener que realizar dentro de poco un gasto médico importante. Si aumentan los precios para compensar el gasto extra que estas le generan es posible que el seguro deje de interesar a las personas sanas que sólo querían cubrir un riesgo a medio o largo plazo... justamente aquellas que más interesaban como clientes a las aseguradoras. Esto se conoce como selección adversa ya que con información asimétrica tendemos a contratar justamente con quien menos nos interesa. Para evitarlo muchas aseguradoras ofrecen contratos escalados, muchos de los cuales sólo permiten acceder al total de prestaciones pasado un cierto tiempo.

Igualmente el otro lado del problema podría darse entre trabajadores del mundo de la informática y empresas de desarrollo. En este mundo existe una gran cantidad de autodidactas sumamente creativos y de gran formación técnica pero también las empresas reciben curricula de un montón de “caras” (la mayoría con título universitario) que intentan hacerse pasar por trabajadores competentes y formados. Como los competentes se dan cuenta de que las empresas temen equivocarse, muchos de ellos intentan desarrollar por su cuenta soluciones propias en el terreno del software libre. De este modo pueden dar a las empresas una señal de su propia capacidad, señal que si la empresa es inteligente, interpretará correctamente como una reducción del riesgo que asume al contratarle.

En el lenguaje de la Economía esto se conoce como señalización de mercado y lo que hacen las aseguradoras como monitorización de mercado [1].

¿Es tan difícil encontrar ejemplos de ambas cosas en el terreno amoroso? Realmente creo que no. Cuando se advierte durante el cortejo de que el que habla tiene por norma no mantener relaciones sexuales hasta pasado un tiempo, ¿no está haciendo lo mismo que la compañía de seguros? ¿Cuándo alguien deja caer que ha tenido pocas relaciones pero muy largas no está dando una señal de que no se trata de un Don Juan?

[1]Para los que tengan una buena base matemática y analítica y que deseen profundizar en este tipo de problemas recomiendo el artículo del premio Nobel J. Stiglitz (en la fotografía) y del profesor A. Weiss “Sorting out the differences between screening an signaling models” en Oxford Essays in Mathematical Economics, editado por M. Bachrach en Oxford University Press.

Pensemos en las típicas frases que hemos oído desde nuestra adolescencia, por ejemplo aquellos que pregonaban que no querían saber nada de chicas porque habían pasado mucho tiempo con una relación anterior y que habían sufrido mucho en la ruptura... El caso es que si no recuerdo mal acababan ligando indefectiblemente. Así que desencriptemos la señal:

  • Por un lado estaban diciendo que entraban en la categoría de “chicos serios” y reduciendo por tanto el riesgo de un patinazo al estilo del modelo anterior.
  • Por otro estaban induciendo a la víctima de su atención a un razonamiento del tipo “pues si le aguantaron tanto tiempo por algo sería”.
  • Y finalmente, al declararse no interesados ¿no estaban diciendo acaso que el precio de mercado (en nuestro ejemplo los 2333 del índice) no les resultaba suficientemente motivador?

Tres señales en una sola frase. Todas encaminadas a subir el precio mediante el recurso de convencer a la chica de que no quería “un rollo y punto”. Algo que encaja y da una buena solución a los problemas del modelo de Akerlof del capítulo anterior.

Note

Si consideras que el anterior modelo describe relativamente bien los problemas de tu situación afectiva, la Microeconomía puede darte algunos consejos:

  • Busca prescriptores: si otros dan por ti tus señales el riesgo del que escucha disminuye
  • Organiza citas fuera del entorno normal del mercado de parejas: entradas al teatro, encuentros para desayunar, visitar juntos a amigos a la hora del café... y en el límite preséntale a algún miembro no excesivamente huraño de tu familia
  • Expresa tus intenciones claramente y con palabras, como los personajes de las novelas del XIX... tampoco es cosa de que te confundan con un “amigo”.

Microeconomía del Amor. O como los modelos económicos hablan de lo que mis amigos se preguntan los lunes
Microeconomía del Amor es una reedición del libro de David de Ugarte, llevada a cabo por Mario Rodas.

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